jueves, 13 de agosto de 2015

Introducing: rice series, la trilogía del cereal salvador

¿Cuántas veces hiciste arroz de más? No me digas que soy la única, porque ya  todos sabemos que es un ingrediente con el que es fácil irse de mano, por lo menos hablando desde mi experiencia.

Cada vez que nos juntamos, mis amigas tiemblan al verme hacer cálculos para la cena. Me joden diciéndome que me sale la idishe mame de adentro, que calcula cantidades de engorde para sus hijos. Y bueno, no las culpo. La última vez que les cociné, me quedó arroz como para salir a vender.


En esta ocasión quiero presentarte una nueva sección del blog, destinada a solucionar los problemas que trae aparejado ese pifie del exceso. De una manera creativa, elaborando tres platos partiendo de un mismo ingrediente, te ofrezco una segunda (y tercera) vuelta para reivindicar al dicho "otra vez sopa".


A continuación, la reina de la economía del soltero, la salvación al "¿por qué no medí el arroz antes de cocinarlo?", la primera parte de esta trilogía arrocera: 



UNO - Arroz de los colores de ACED
Necesitás:
Arroz blanco, 1 taza grande (en crudo)
Zanahoria, 1 grande
Zapallito, 1 grande
Cebolla, 1
Choclo, 1 taza tipo te
Morrón rojo, 1 chico
Azafrán, 1 cucharadita (o curry)
Pimentón dulce, 1/2 cucharadita
Sal y pimienta
Aceite de oliva
Azúcar, 1 cucharadita
Huevos, 1

En una olla grande vas a poner a calentar un chorro generoso de oliva a fuego mínimo. Incorporá la cebolla cortada en cuadraditos (como te mostré en la receta del guacamole). Revolvé unos instantes y dejá que largue su ácido. Incorporá el morrón (en cuadraditos también) junto con el azúcar y dorá apenas. Agregá el arroz previamente lavado y escurrido e integralo todo. Salá a gusto. 

Verté en la olla el doble de agua que de arroz (2 tazas) y revolvé. Subí el fuego y esperá a que rompa hervor. Cuando lo haga, bajá el fuego y tapá la olla. Anda mirando cada tanto y revolviendo, hasta que el líquido se haya reducido a la mitad (aprox 10 min). Ahí incorporá la zanahoria en cuadraditos, el azafrán y pimentón, mezclá y volvé a tapar la olla. Seguí cocinando (a fuego bajo para evitar que se pegue) y cuando pruebes el arroz y esté blandito (cocido), agregá el zapallito en cubos y el choclo (yo usé el de bolsita, directo del freezer). Dejá la preparación sin tapa y copate mezclando constantemente para que se cocinen los zapas gracias al vapor de la cocción (aprox 3 a 5 min). De ser necesario, rectificá el oliva, agregá pimienta y.. ¡¡¡Ta-rán!!!


Como buena futura madre judía que soy, le di un toque "pochita morfoni" y terminé con un huevo a la sartén (de teflón con fritolin, rompes el huevo y en 5 min, listo).

Ahí tenés, la primera parte de la serie arrocera. Coming soon, una segunda receta para hacer con lo que te quedó, porque si cocinaste para uno solo, no creo que lo vayas a liquidar en una sentada, ¿no?

Igual, en ACED no juzgamos, pero ¿TODO? ¿Posta? Dale, guardate algo que las recetas que se vienen son aún más tentadoras. ¿Lo mejor de todo? Te dejan con ese aire de winner que aprovecha hasta el último grano, y una victoria sabrosísima que no sabes como ayuda al fin de mes.

Siguiendo con el espíritu triunfal y saguístico de este post, te dejo un clásico reversionado, el soundtrack perfecto para la cuenta regresiva a la segunda receta. Haceme un favor: aprovechá y bailate algo mirándote al espejo, galán.

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